Todo surge y desaparece. Una vez comprendes esto, estás por encima de la pena. Es el camino del resplandor.
Todo es cambio.
La vida es cambio. Todo surge, se desarrolla, y desaparece. Todo tiene su propio camino, su propia manera de ser.
Por lo tanto, no te alteres ni preocupes porque lo que ahora te acongoja mañana te hará feliz; y lo que hoy te da felicidad mañana será tu fuente de tristeza.
Vive como un espectador, no como un participnte.
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