Cena en Blanco. Zaragoza

   En 1998 un ciudadano galo, François Pasquier, retorno a su Paris natal tras pasar varios años viviendo en África.
Para celebrar su retorno, pensó organizar una fiesta muy especial, inolvidable y sorprendente con sus mejores amigos y familiares.
Pensando en ello una noche, mientras paseaba por los Jardines de Luxembourg vio a una pareja de ancianos vestidos de blanco junto a una monumental fuente. Estaban cenando en una mesa de camping elegantemente preparada con mantel de hilo blanco, vajilla de porcelana, copas de cristal, cubiertos de plata, iluminada con velas y decorada con flores. Estaban celebrando sus bodas de platino. Ellos dos solos, enamorados como el primer día, conmemorando 75 años de amor y pasado en común.
Entonces lo vio claro, así sería su cena especial.
Convocó a su grupo más cercano de personas queridas en el Bois de Boulogne un día concreto pero sin emplazamiento determinado. Debían acudir cada uno con un amigo especial, mesa y sillas para dos, mantel blanco, los mejores ornamentos y cena para dos.
El evento resulto tan mágico que desde entonces se viene repitiendo con un exponencial crecimiento de participantes, siempre con la misma magia y en excepcionales emplazamientos de la ciudad.
Zaragoza celebra su cena en Blanco desde 2009 con la misma ilusión e idéntico espíritu, haciendo uso de manera cívica de los escenarios excepcionales que nuestra ciudad ofrece.
La vida esta sembrada de vicisitudes pero merece la pena ser vivida. Hay que recuperar la capacidad de asombro, la emoción, la alegría y el placer de compartir y convivir con las personas que amas.
Por eso La Cena en Blanco es un homenaje a la vida y sus propulsores más importantes, el amor y la amistad.
Amor y Amistad, estos son los principales ingredientes de la vida, las dos razones de ser de la Cena En Blanco.