Las manos de la vieja mujer temblaban, la vista estaba nublada, y su paso era lento.
La familia comía en la mesa, pero las manos temblorosas de la anciana y su visión fallida le hacían difícil el acto de comer.
Los guisantes rodaban hacia el suelo. Cuando tomó su taza, derramó la leche en el mantel y el desorden irritó fuertemente a su hijo y a su nuera.
- “Tenemos que hacer algo con la abuela”, dijo el hijo.
- “Ya tuvimos bastante leche derramada, además de escucharla comer ruidosamente y manchad hasta el suelo".
Así, el marido y su esposa prepararon una mesa pequeña en un rincón de la sala.
Allí la abuela comía sola, mientras que el resto de la familia disfrutaba de la cena.
Desde que la abuela había roto tres o cuatro platos, le servían la comida en una "tabla" de madera.Cuando la familia la miraba de reojo, a veces percibían una lágrima en sus ojos por estar sola.
Aún así, las únicas palabras que la pareja le dirigía eran advertencias acentuadas, cuando volcaba un vaso o tiraba comida.
El nieto de 6 años, que miraba todo, cierta noche antes de la cena, jugaba en el suelo con artefactos de madera.
El padre, mirando que su hijo estaba jugando en el suelo solito, le preguntó:-
¿Qué estás haciendo?
Y el niño respondió:- Oh, estoy fabricando una "tabla" para que tu y mamá comáis vuestra comida cuando yo crezca.....
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@ngel @rruga
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